HEXAGRAMA 57: OBEDECIENDO DÓCILMENTE
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DICTAMEN
“OBEDECIENDO DÓCILMENTE [se ejerce] poca influencia; es conveniente tener un lugar adonde ir, aunque esté desordenado, y ver al gran hombre”.
Este hexagrama revela que para el adecuado desarrollo del tema de consulta es necesario establecer acuerdos. Al parecer, los acuerdos se dan entre personas o elementos del mismo nivel, aunque uno determina y el otro cede u obedece. Como todo se hace con suavidad, dócilmente, sin duras imposiciones por un lado ni resistencia por el otro, a veces este comportamiento ni siquiera es visible. Por lo tanto, es posible que el interlocutor no haya sido consciente de esta característica de la situación hasta ahora.
Es importante señalar que mandar y obedecer son dos caras de la misma moneda. Para el éxito de la consulta no es muy importante quién está a cargo en este momento: lo importante es que toda la situación debe manejarse sin agresividad, sin brusquedad, sin rigidez.
La forma correcta de afrontar la situación es alternar exigencias y concesiones, con buenos modales, con insistencia, con gentileza e incluso con dulzura, siempre sin perder de vista el punto al que se quiere llegar, ya que todas las acciones deben subordinarse al objetivo mayor. Esto es muy importante para lograr un resultado: todos los movimientos deben realizarse y, si es necesario, repetirse, en la dirección del resultado deseado. Una persona debe actuar así porque no tiene la fuerza ni el poder suficiente para conseguir lo que quiere fácil y rápidamente. Por lo tanto, tiene que hacer uso de su capacidad para penetrar los huecos más pequeños, de su insistente y continua perseverancia, de su flexibilidad para retroceder cuando sea necesario y avanzar cuando sea posible -o incluso para avanzar y retroceder como táctica de acción- hasta que pueda acercarse a su objetivo. El Yi Jing no dice si la persona alcanzará plenamente la meta en este punto.
Otro punto importante es que, actuando de esta forma sutil, la persona puede acercarse a su objetivo sin que se note mucho y, por tanto, sin enfrentarse a una oposición frontal. Si los elementos opuestos perciben las intenciones de la persona antes de que estén muy cerca de lo que desea, o antes de haber obtenido ayuda, seguramente se interpondrán en su camino, impidiendo el desarrollo armonioso de las cosas, como sería deseable. Esto porque la situación enfocada por la consulta, que requiere el establecimiento de acuerdos, conlleva la posibilidad de no establecer acuerdos, de desacuerdo, de desunión, de una división entre los diversos componentes de la situación, y cada uno va a cuidar de sí mismo. sus propios intereses sin satisfacer a los demás. No existe una unión espontánea respecto al tema de la consulta: esta es una de las razones por las que la influencia del interesado en resolver el tema es pequeña.
El oráculo recomienda buscar ayuda de alguien que por su conocimiento, autoridad o cualquier otro motivo se destaque sobre los demás en cuanto al tema de la consulta. Esta persona, según el oráculo, tiene claridad de visión, equilibrio y capacidad de influencia; es decir, es alguien que puede tener una noción integral y sensata de la situación y puede influir en su evolución, promoviendo el ajuste de voluntades sin recurrir a la violencia ni a la arbitrariedad. Si el consultante no conoce a nadie que cumpla con estos requisitos, debe intentar desarrollar estas cualidades en sí mismo para acelerar el desarrollo de la pregunta.
IMAGEN
“Imitando al viento: la imagen de la OBEDIENCIA DÓCIL. Así el sabio repite sus órdenes y ejecuta sus actividades”.
El consejo de la Imagen es una reafirmación de la forma correcta de actuar para quien quiera lograr algo dentro de las circunstancias que representa este hexagrama.
La forma correcta de actuar es imitar el viento, aprovechando cada hueco para penetrar, buscando insistentemente el paso en cada rincón, yendo y viniendo, avanzando poco a poco, con sutileza, con suavidad y, sobre todo, con continuidad: sólo se consigue lograr algo a costa de insistir repetidamente en los movimientos necesarios para avanzar hacia lo que se desea.
Esta es la forma que tiene el viento de penetrar lugares y alcanzar las cosas sin destruirlas, y es este comportamiento el que debe adoptar una persona para actuar correcta y sabiamente en este momento.
Por supuesto, el viento también puede manifestarse de forma repentina y violenta, pero luego destruye las cosas cuando las golpea y un comportamiento destructivo no se presta al correcto desarrollo del tema de la consulta.
1.ª LÍNEA (6)
"Adelante y hacia atrás; la insistencia de un guerrero es apropiada”.
La persona a que se refiere la primera línea debe llegar primero a un acuerdo consigo misma para decidir el rumbo a seguir.
El oráculo muestra a esta persona completamente indecisa y vacilante: no tiene la firmeza en sí misma para hacer una definición, ni encuentra, fuera de sí misma, algo o alguien que la determine y oriente. Tampoco tiene una visión clara y completa de la situación; al contrario, se encuentra en una posición en la que no entiende mucho y esto le dificulta decidirse.
Sin embargo, está relacionada con algunos elementos que lo acompañan y con los que, en el futuro, se sentirá más fuerte y segura, cosa que no ocurre en el presente.
La recomendación del Yi Jing es que la persona tome una actitud decidida, luchando decididamente por la victoria en lo que quiera.
Y, para lograr lo que desea, necesitará someterse a circunstancias, tal vez a cosas o personas que, según su opinión, son pequeñas, inferiores y no deberían tener el poder de influir en la situación de esta manera. Pero la persona de la primera línea no puede ignorar que la situación requiere el establecimiento de acuerdos y que, en este paso, son ellos quienes deben ceder.
Al reconocer esto, la persona probablemente adoptará el rumbo que mejor se adapte a las circunstancias y que funcionará.
2.ª LÍNEA (9)
“Obedientemente, pasa debajo del altar; poniéndose de acuerdo con muchos escribas y magos, obtiene beneficios y no se equivoca."
En la situación indicada por la segunda línea, la persona parece no tener muchas opciones sobre qué hacer y acaba dejándose llevar por otros o por las circunstancias, de tal forma que su voluntad e incluso su personalidad no aparecen, están temporalmente ocultos, nulos, y realizan las acciones más serviles, tal vez incluso despreciables.
Tales acciones pueden requerir disimulo y secreto y, para llevarlas a cabo, la persona puede contar con la colaboración de alguien cercano, con gran capacidad de insinuación.
No está claro de dónde viene la orden para la persona de la segunda línea: o es algo disfrazado, o escondido, o muy lejano, quizás muy elevado. Tiene, en principio, una personalidad sólida y una posición estable, y no debe subordinarse a nada ni a nadie en la situación objeto de la consulta. Es probable que se deje dominar pasando por una fase de inseguridad.
El oráculo plantea la hipótesis de que la persona está al servicio de una fuerza mayor, político-social o religiosa, y advierte que, en este caso, no estará mal ser servil, someterse dócilmente, ya que esto es lo que traerá buenos resultados. En el caso exclusivo de que la persona esté al servicio de una fuerza mayor, porque entonces no se desequilibra, no sale de su posición correcta.
Nada se dice sobre si la persona simplemente se está dejando subyugar por elementos de su mismo o inferior nivel.
En todos los casos, sin embargo, las perspectivas de futuro son buenas: la persona supera esta fase de servidumbre sea cual fuere, y poco a poco comienza a crecer y avanzar hacia aquello que le dará seguridad y equilibrio, cosas que actualmente no tiene.
3.ª LÍNEA (9)
“Obedece con refunfuño, vergüenza”.
A la persona de la tercera línea le resulta muy difícil someterse a lo que la situación exige.
La situación requiere acuerdo y docilidad, y la persona a la que se refiere la tercera línea es, por naturaleza, impetuosa y dócil. También tiene un conocimiento razonable del tema de la consulta y sabe expresar sus opiniones; sin embargo, está lleno de conflictos y contradicciones internas y es indeterminado, lo que le lleva a vacilar, a girar sobre sí mismo o sobre los mismos puntos en lugar de seguir adelante.
Al no tener fuerzas propias ni apoyo de los demás para actuar en la forma que estime oportuna, la persona acaba teniendo que someterse a las circunstancias, aceptando lo que es obligatorio o lo que es la única opción disponible, pero lo hace de forma reticente, tal vez incluso de manera rebelde, y se siente muy mal por ello.
A partir de entonces la tendencia es buscar superar este sentimiento negativo, lo que la persona hará abstrayéndose, involucrándose completamente en la acción y las exigencias externas, olvidándose de las exigencias internas. Esto al menos la hará estar más tranquila y no cometerá actos de los que podría arrepentirse o avergonzarse, pero no hay indicios de que obtendrá lo que desea.
4.ª LÍNEA (6)
“El remordimiento desaparece; cazando captura tres especies”.
La persona en la cuarta línea está en una posición en la que por un lado cede y por el otro exige. Al mismo tiempo que tiene que someterse a ciertos elementos, también tiene que hacer que otros se sometan a ella, a sus intereses.
Esto podría llevarla a sentirse culpable por actuar en su propio interés, o a sentirse mal por permitir que otros utilicen sus habilidades para percibir, comunicar y penetrar, así como sus relaciones. Sin embargo, el oráculo advierte que este sentimiento de culpa pasa.
De hecho, la persona en la cuarta línea está luchando por sí misma. Su posición en el tema de la consulta es la de quien está haciendo las cosas, en plena actividad, y la forma correcta de actuar, en este momento, es ésta: a veces obedeciendo, a veces mandando; a veces usando, a veces siendo usado.
Esto conduce a un resultado inmediato muy positivo que satisface a la propia persona, incluso en el plano material; satisface a los demás, generando buenas relaciones; y también satisface los designios del mundo espiritual. Y muestra el mérito, la valía de la persona.
Este muy buen resultado, sin embargo, corre el riesgo de arruinarse si la persona, a medida que avanzan los acontecimientos, alentada por los logros actuales, sigue la tendencia a conectarse exclusivamente con los elementos superiores, tanto humanos como espirituales, dejando de lado los elementos que están por debajo, considerándolos inferiores o nocivos. Quizás realmente sean inferiores o dañinos, quizás no, pero en cualquier caso la persona deberá tenerlos en cuenta en sus acciones, de lo contrario sufrirá daños o carencias materiales.
5.ª LÍNEA (9)
“Insistir es beneficioso y el remordimiento desaparece; nada que no sea conveniente. No hay [buen] comienzo, sino más bien un final; tres días antes de modificar y tres días después de modificar son beneficiosos”.
La persona a la que se refiere la quinta línea debe seguir avanzando hacia lo que quiere, aunque de momento no se augura ningún resultado.
Al parecer está sola en el centro y es responsable de su propia situación. Cuenta con colaboradores que le sirven difundiendo e implementando lo que es de su interés.
La persona se preocupa, sin embargo, por la corrección de sus acciones, cuestionándose si lo que hace está bien o no. El Yi Jing dice que tiene razón y que este sentimiento de duda y culpa pasará, siendo el resultado sólo de la inseguridad de la persona, y no del carácter de sus acciones.
Las acciones conducirán a un buen resultado, probablemente el resultado deseado, por invisible que sea en el momento actual.
En función del resultado, o para lograrlo, serán necesarias nuevas actitudes para restablecer el orden en torno al tema de la consulta. El oráculo recomienda prestar mucha atención a dos factores: la preparación de la nueva situación, antes de su implementación, y la evaluación de la nueva situación después del primer período de su vigencia.
Siguiendo estas precauciones, todo suele ir bien, incluso en el plano de las relaciones.
6.ª LÍNEA (9)
“Obedeciendo, pasa debajo del altar y pierde sus posesiones y herramientas. Insistir es perjudicial”.
La persona indicada por la sexta línea, en relación al tema de la consulta, ya no debe buscar acuerdos, obedecer, hacer concesiones. Por otra parte, tampoco debería intentar mandar, exigir, pues ya no tiene fuerzas para hacerlo. Parece que ella ya ha pasado por todo este proceso y ahora debería asumir una posición de independencia y disponibilidad, con libertad; es decir, debe ser abierta y accesible a los demás, ofreciéndoles libremente lo que su experiencia y conocimientos puedan serles útiles, pero sin someterse a sus demandas.
Tal y como se describe la situación en esta línea, se está utilizando a la persona de forma servil, lo que rápidamente le llevará a perder su poder de decisión e incluso su capacidad de ser útil, generando en última instancia desgracia, infelicidad.
No hay ninguna razón obvia por la que una persona deba dejarse dominar de esta manera y eso no está bien. Por su posición y sus relaciones (o falta de relaciones) no está sujeta ni obligada a nada ni a nadie. El oráculo sugiere que ella se deja subyugar por un agotamiento de la voluntad, un agotamiento provocado por las innumerables idas y venidas, por las numerosas interacciones e intentos de influencia y adaptación a los que la obligaba la situación enfocada por la consulta.
La tendencia para el futuro, sin embargo, es que la persona tome conciencia de lo impropio de su comportamiento, busque dentro de sí los factores básicos que construyeron su particular manera de ser y simplemente los ponga a la vista y a disposición de los demás, pero sin someterse a nadie, sin renunciar a su identidad e independencia.