HEXAGRAMA 49: RENOVANDO RADICALMENTE
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DICTAMEN
“RENOVANDO RADICALMENTE, en el día oportuno inspirará confianza siendo primordial, influyente, conveniente e insistente. El remordimiento desaparece”.
Obtener este hexagrama al consultar el Yi Jing significa que el tema de la consulta ha sido, está siendo o será objeto de un gran cambio renovador.
Este cambio puede consistir en un proceso natural, como la muda del pelaje de los animales, la caída de las hojas y el rebrote de las plantas, las diferentes fases biológicas del ser humano, la alternancia de estaciones. También puede consistir en un proceso político renovador: una revolución, un cambio de líderes, una modificación de las leyes o del régimen de una nación. También puede consistir en cambios particulares, individuales o colectivos, psicológicos, físicos, ambientales, sociales, económicos, artísticos, etc. En cualquier caso, sólo se puede ver que ha habido una verdadera renovación a posteriori: mientras se están produciendo los cambios, no podemos predecir hasta dónde llegarán. Pero el oráculo sí puede y, por tanto, alerta al consultante de que se enfrenta a un proceso de renovación.
Al obtener este hexagrama con líneas mutantes, dirán el alcance y resultado probable de la renovación, así como otros detalles sobre las personas involucradas, el propio consultante y las circunstancias.
La renovación requiere un movimiento expansivo, porque no se puede renovar sin tirar algo; y requiere energía, porque el movimiento no se puede realizar sin energía. Implica claridad, que incluye la percepción de la realidad, el predominio de la razón y es necesaria para guiar el movimiento. Con el aporte de estos elementos, la renovación tiene posibilidades de llevarse a cabo hasta el final y resultar en algo bueno.
Si nosotros mismos pretendemos emprender la renovación de algo, dentro o fuera de nosotros, podemos proponernos actuar teniendo en cuenta estos cuatro factores -movimiento expansivo, energía, percepción de la realidad y racionalidad- para llevar nuestra acción a buen término. Sin embargo, si somos atrapados y arrastrados por una ola de renovación, sin poder detenerla ni comandarla, sólo podemos hacer nuestra pequeña parte en el movimiento general y esperar que los líderes de la renovación estén considerando esos factores.
En principio, todo movimiento renovador nace de la necesidad de remover o eliminar elementos perjudiciales para el orden y el buen funcionamiento de una realidad determinada. (No podemos olvidar que el buen progreso de una realidad no siempre es bueno para nosotros: es simplemente lo que constituye la naturaleza de esa realidad). Estos elementos dañinos pueden haberse vuelto dañinos con el tiempo, por deterioro o algo así, o pueden ser perjudiciales en sí mismos, ya que lo han sido desde el principio. No importa desde cuándo es necesaria la renovación. Lo que importa es que el Yi Jing está diciendo que este momento, el tiempo en el que se centra la consulta, es época de renovación.
Tampoco importa si la renovación apunta al interés de unos pocos o al bien de todos, si su beneficio será parcial o global. Debería servir al bien común, debería traer beneficios globales, pero tal vez no sea así, tal vez traerá más daño que bien, dependiendo de las intenciones iniciales y de la forma en que se lleve a cabo. En cualquier caso, el consultante es parte de este tiempo de renovación y lo mejor es que se adapte a él o cambie de rumbo, si tiene capacidad para ello.
Si el consultante es llamado a promover una renovación que involucra a otras personas, debe saber que sólo podrá convencerlas si se gana su confianza. Después de eso, debe motivarlos a que lo sigan con alegría y entusiasmo. Para inspirar confianza en los demás, debe mostrar cómo ese movimiento dará lugar a muchas cosas, que se desarrollarán y traerán beneficios a muchos y, sobre todo, debe demostrar constancia en su comportamiento e ideales.
IMAGEN
“En el centro del lago hay fuego, imagen de la RENOVACIÓN RADICAL.
Así, el sabio pone orden en lo sucedido y aclara el momento”.
Cuando se trata de cambios que traen consigo renovación, la gran sabiduría consiste en prever y prepararse.
La renovación es un proceso que depende principalmente del tiempo porque, normalmente, después de un cierto período de su existencia o presencia en nuestras vidas, las cosas necesitan ser renovadas. Esto incluye todo tipo de realidades, desde objetos materiales hasta gobiernos, religiones, conocimientos, relaciones, métodos, etc.
Cualquiera que pueda, estudiando los signos que aparecen, predecir el momento en que la renovación será necesaria o se producirá de forma espontánea, puede prepararse para los cambios que están por venir. De esta forma no lo pillará por sorpresa y podrá actuar según las exigencias del momento.
El consejo para quien haya obtenido este hexagrama es ubicar en el tiempo el objeto de la consulta y ver en qué etapa de su existencia o de su presencia en nuestra vida se encuentra, para poder actuar según el momento. A veces es necesario colocar los distintos elementos del tema en relación entre sí y analizar la interacción entre sus fases para llegar al motivo de la renovación.
Este análisis probablemente nos aclarará si una renovación es inminente o no, el tipo de cambios que requerirá o provocará, y sobre quién o qué ocurrirá. Y tal vez algo más.
1.ª LÍNEA (9)
“[Quiere] renovar atado por una camisa de fuerza amarilla”.
Sintiéndose activa y fuerte, la persona de la primera línea tiene el deseo de promover cambios, renovaciones, pero hay dos factores que obstaculizan la realización de este deseo, que probablemente no realiza:
- Está bajo la influencia de una tendencia moderadora y/o conservadora que dificulta sus movimientos. Es una tendencia a pensar que todo se puede conciliar, incluidos los opuestos, y que, por tanto, no será necesario descartar nada ni promover cambios radicales. Esta tendencia puede venir desde dentro o desde fuera.
- No está en contacto con nadie que comparta su deseo de cambio y esté dispuesto a ayudarla. Aunque le lleguen ejemplos de personas e ideas renovadoras, ya están filtrados por la tendencia moderadora/conservadora mencionada anteriormente.
Por tanto, no corresponde hacer nada.
El resultado es que, si no hay otra línea mutante que indique la finalización de la renovación, la persona de la primera línea no logrará los cambios deseados, permanecerá inmóvil, sólo pensando en sí misma.
2.ª LÍNEA (6)
“En el momento oportuno seguramente renovará. Avanzar es beneficioso, no hay errores”.
La persona de la segunda línea está en armonía con el tiempo de renovación. Equilibrada, sin pretensiones de dominación sobre los demás, adaptada a las exigencias del momento, es consciente de que ha llegado el momento de renovarse, percibe el momento oportuno para actuar y tiene una posición favorecida por el apoyo de casi todos los implicados en la situación, desde desde los más vacilantes hasta los más activos, desde los más oscuros hasta los más destacados.
Entonces, en este momento, si ella actúa, será correcto, será muy bueno y obtendrá el reconocimiento de los demás involucrados en la situación. Si se actúa, por supuesto, en el sentido de renovación, de cambio, de nuevo, de emprender un camino, de iniciativa, de avance.
La persona debe actuar con decisión, manteniéndose alerta y preparada ante cualquier eventualidad. De esta forma no tendrás que temer nada, ya que estará a salvo.
3.ª LÍNEA (9)
“Avanzar con decisión es perjudicial e insistir es peligroso, por eso discute tres veces la renovación y genera confianza”.
La persona de la tercera línea sabe que se está produciendo una renovación en la que debe participar, pero no debe, aunque quiera, unirse inmediatamente a la renovación, ya que necesita considerar ciertas cuestiones de antemano.
En primer lugar, depende de estructuras que pertenecen al antiguo modelo.
En segundo lugar, ideológicamente se identifica con lo nuevo, considerando sabia la base teórica del cambio.
En tercer lugar, por su cargo forma parte de quienes deben componer el cuerpo activo del movimiento de renovación, pero no puede, de ninguna manera, comandar el movimiento. Es como el pie, que tiene que ir hacia donde le dice la cabeza. Pese a todo, es un “pie” lúcido, consciente, que quiere saber hacia dónde lo llevan y por eso necesita reflexionar antes de actuar, algo que a veces las circunstancias, los demás, o algún aspecto de sí mismo no respetan mucho, presionándolo a una definición. Pero, aunque ésta sea su única opción, debe considerarla bien antes de decidir, ya sea un viaje, incorporarse a una sociedad comercial o conyugal o de otra índole, una cirugía, un cambio de domicilio, de carrera, de profesión, en fin, de cualquier cambio.
Así, sólo con gran rigor y firmeza la persona de la tercera línea puede mantener su propia posición dentro de la situación.
Cuando, habiendo analizado todo lo que pudo, se define, es porque ha adquirido algunas certezas y así, además de estar más segura, también inspirará confianza en los demás, quienes sabrán que pueden contar con ella en el proceso renovador.
Esto no significa que las cosas vayan a ser enteramente satisfactorias para la persona de la tercera línea. La situación es delicada porque, como hemos visto, prácticamente tiene que optar por lo nuevo dependiendo de lo viejo.
Por tanto, en el proceso de cambio, pierde algo.
Pero, como estamos en un momento de renovación, cambiar es la opción correcta que, al final, satisfará los deseos de la persona o, al menos, conducirá a un buen resultado. Para lograrlo, la persona no debe desanimarse, sino mantener una conducta constante hacia la renovación.
4.ª LÍNEA (9)
“El remordimiento desaparece. Tener confianza cambia tu suerte; beneficioso."
La persona a la que se refiere la cuarta línea ya no depende del antiguo sistema, aunque todavía tiene una relación con él. Tampoco tiene una identificación ni un compromiso con lo nuevo. De hecho, es bastante libre y, respecto al tema de la consulta, tiene ganas de renovarla. Es su sentimiento el que la inspira y se involucra con alegría y confianza en el movimiento de renovación.
No se arrepiente de que sea obligatorio o no cambiar algo; No es ni tarde ni temprano: vive plenamente la estación de la renovación, sin lugar a dudas.
Su actitud e ideales generan apoyo y confianza en los demás y encuentra (o ya tiene) compañeros que forman con ella un cuerpo solidario en el proceso de cambio, un grupo en el que no está subordinada a nadie ni manda a nadie.
Así actúa la persona de la cuarta línea, promoviendo los cambios deseados y, con ello, alcanza una nueva situación estable, con la renovación consumada.
Un día en el futuro, esta nueva situación, a su vez, quedará obsoleta y requerirá una renovación. La persona debe estar alerta para ver y lista para actuar cuando vuelvan a ser necesarias renovaciones. De esta forma repondrá la buena suerte que tiene ahora.
5.ª LÍNEA (9)
“El gran hombre se transforma en tigre, tiene confianza incluso antes de consultar al oráculo.”
La persona a la que se refiere esta línea no espera a que el comience el movimiento de renovación para implicarse en él. De hecho, es ella quien inicia un movimiento, cambiándose según principios revolucionarios, innovadores, absolutamente de acuerdo con lo que está más evolucionado en el momento, y al mismo tiempo respetando y preservando lo que es sensato, equilibrado, bueno, en el viejo sistema. Es un acto de valentía porque corre el riesgo de ser diferente, de ser única, de quedar fuera de lugar por no identificarse plenamente con ninguno de los modelos actuales. Pero actúa con alegría y desapego, apoyada en su fuerza personal, la seguridad de su posición, la corrección de sus razonamientos y su sentido común.
El resultado es que ella crea su propio modelo y se convierte en modelo para los demás, liderando así un movimiento de renovación incluso antes de que exista un movimiento o se haya pensado en una renovación. Independientemente de que la persona sea consciente o no del papel influyente que desempeña, tal vez el interlocutor lo sepa. Lo que dice el oráculo es que ella es una fuerte influencia hacia lo nuevo, ya sea que ejerza esa influencia conscientemente o no. Mantiene una unión cohesiva con sus pares, quienes se dejan guiar por ella; se relaciona bien tanto con los de abajo como con los de arriba; apoya a los innovadores y aprecia a los moderados, ya que comprende sus razones.
Si al momento de la consulta, el consultante piensa en impulsar un cambio, aquí tiene orientación de que puede hacerlo. Comenzando los cambios por sí mismo y vivirlos auténticamente será iniciar un proceso que podría influir en su entorno. Cuanto más auténtico sea y cuanto más intensa y firmemente actúe de la nueva manera, más probabilidades tendrá de ganarse la confianza de las demás personas en la situación y de lograr los cambios deseados, lo que sin duda beneficiará a todos, porque es propio de la naturaleza de una persona con las características indicadas por esta línea aspirar al bien común.
Por otro lado, puede ser que el oráculo le esté diciendo al consultante que, a través de las transformaciones que ha realizado en sí mismo, a través de la personalidad y forma de ser que ha desarrollado a lo largo del tiempo, ya ha iniciado un proceso de renovación general y está ya ejerciendo influencia en tu entorno, ya sea la familia, los amigos, el ambiente de trabajo o estudio, el barrio, la ciudad, el país, etc.
Como resultado de la acción aquí descrita, la persona de la línea 5 llega a un punto de plenitud, de abundancia, en el que no le falta nada materialmente y es honrada, estimada, respetada como modelo y feliz.
6.ª LÍNEA (6)
“El hombre sabio se transforma en leopardo, el hombre inferior [sólo] renueva su fisonomía. Avanzar con decisión es perjudicial, permanecer insistente es beneficioso”.
Para la persona que obtuvo esta línea, el proceso de renovación termina, aunque no se haya logrado todo lo deseado.
Existen dos formas para que el sujeto de la consulta llegue al final del proceso de renovación:
- Como persona educada, sabia y experimentada, representante de lo mejor de la humanidad, para quien la renovación era algo plenamente asimilado. En este caso se experimentó primero una transformación interna que, una vez asumida y vivida, se revela externamente de forma natural, casi sutil al principio y eventualmente alcanzando la exuberancia.
- Como una persona inferior, de educación común, ignorante del tema en cuestión, que ni siquiera es consciente de los conocimientos que le faltan pero que tiene la experiencia adquirida por la edad o percances pasados y porta el nuevo modelo como una máscara, es decir, adopta exteriormente, casi ostensiblemente, actitudes acordes a los cambios, reconociendo la conveniencia de adaptarse a las circunstancias y normas actuales. Ella no tiene una posición propia firmemente definida para oponerse a las circunstancias. Incluso si lo hubiera hecho, no tendría la fuerza suficiente para mostrárselo a los demás. En otras palabras, en este caso la persona simplemente sigue obedientemente órdenes del exterior.
El resultado práctico es que la persona de la sexta línea acaba siendo un claro representante del nuevo modelo, ya sea por convicción o por sumisión.
En sus palabras expresa con optimismo el alcance de los cambios.
Aunque no participó activamente en el proceso transformador, sí influyó en él a través de sus ideas o su apoyo irrestricto a los elementos más activos.
Se hace aquí una predicción en forma de recomendación: si se intenta ir más allá del punto alcanzado en este proceso de renovación, la persona tendrá problemas; si se queda donde está, tendrá buena suerte en el manejo del asunto de la consulta.
En el futuro, la persona estará perfectamente integrada con los elementos que participaron con ella en este proceso, pero será, aún más que ahora, consciente de que los ideales no fueron plenamente alcanzados. Sin embargo, no se arrepentirá, porque para entonces la experiencia le habrá demostrado que la vida real no encaja perfectamente en ningún modelo ideal, debido a sus múltiples variantes impredecibles.