HEXAGRAMA 31: ESTIMULÁNDOSE MUTUAMENTE
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DICTAMEN
“ESTIMULÁNDOSE MUTUAMENTE se ejerce influencia, conviene insistir. Casarse con una mujer joven es beneficioso”.
Obtener este hexagrama al consultar el oráculo significa que para encontrar una respuesta a la pregunta de consulta tenemos que considerar la atracción que los diferentes seres ejercen entre sí y que las personas sienten por determinadas cosas - actividades, artes, estilos, comidas, etc. - porque estamos ante una situación en la que el factor determinante es la estimulación mutua y la influencia mutua que de ella se deriva.
En la atracción hay que considerar dos aspectos: la complementación y la identidad. Habitualmente, en las relaciones humanas, cada persona se siente atraída y estimulada por aquello que la complementa y satisface (de lo que por tanto carece). Al mismo tiempo, busca añadir algo al otro, para complementarlo y, si es necesario, satisfacerlo. Pero la identidad entre quienes se atraen también juega un papel en la atracción: en algunos aspectos, comúnmente externos, es la identificación inmediata la que produce el estímulo inicial, y la influencia mutua posterior busca reforzar los elementos identificativos.
Cabe señalar que la influencia generalmente proviene del más fuerte, el más experimentado, el más estable, hasta el más débil, el más inexperto, el más inestable. A partir de ahí comienzan los intercambios. Corresponde al consultante ver en qué medida esto se aplica al caso que tiene en mente.
Nos estimula lo que nos atrae y nos atrae lo que nos estimula. Si el sujeto de la consulta tiene dudas sobre lo que quiere, o cuál sería su inclinación más fuerte, observar lo que lo estimula puede revelar lo que realmente le atrae, ayudando no sólo a aclarar el tema de la consulta sino también a ganar autoconocimiento en general. Lo mismo se aplica a otras personas involucradas en la situación: ante la duda sobre cuáles serían sus verdaderas tendencias o intenciones, se debe observar qué es lo que más les estimula.
Puede suceder que el estímulo y la influencia consiguiente no se produzcan de forma pura, espontánea, desinteresada, como debería ser, sino que exista, en uno de los elementos, un interés en obtener algo del otro o a través del otro. En este caso, la influencia deja de ser un intercambio y pasa a ser sólo la influencia de quien tiene interés, y actúa calculadamente, sobre el otro, que actúa inocentemente. Es necesario estar alerta ante este peligro.
El oráculo enseña que, para mantener el estímulo, es útil mantener la continuidad en el comportamiento, en la personalidad, en la conducta, en la forma de ser. Si somos una cosa hoy y mañana otra, nos sentiremos estimulados por una cosa hoy y mañana por otra diferente, y de la misma manera fomentaremos elementos diferentes, un día y el otro. Si por el contrario somos constantes en nuestra forma de ser, probablemente atraeremos y seremos atraídos por los mismos elementos, o al menos el mismo tipo de elementos, con el tiempo.
También enseña que esta situación de intercambio, estimulación e influencia mutua es, en principio, beneficiosa para todos los involucrados y llevarla a una consolidación formal y asumida sería bueno, les traería felicidad; pero en ningún momento dice que esto vaya a suceder o incluso que tienda a suceder.
Si la decisión de hacer algo depende del tema de la consulta, la respuesta del oráculo a la pregunta formulada probablemente sea sí: debes casarte, debes cerrar el contrato, debes realizar el negocio o lo que tengas en mente.
Sin embargo, si, como es muy común, la decisión no depende del sujeto, o no depende únicamente de él, queda la idea de que sería bueno que sucediera, que consolidara lo que tenía en mente al realizar la consulta, y que podría servir de algo para seguir animando a los implicados a continuar con sus intercambios; pero no hay garantía ni predicción de que lo que deseas realmente suceda.
En ambos casos, la conveniencia y la mayor o menor posibilidad de una consolidación de los estímulos e influencias que aquí se manifiestan vendrán dadas por las líneas mutantes obtenidas y el hexagrama derivado de ellas.
Se recomienda atención y cuidado al analizar la respuesta.
IMAGEN
“Sobre la montaña hay un lago, ESTIMULÁNDOSE MUTUAMENTE.
Así, el sabio se vacía para recibir a los hombres”.
Los consejos de la Imagen están dirigidos a cualquier persona que desee estimular a una o varias personas y ejercer influencia sobre ellas. Enseña que la forma correcta de atraer personas hacia nosotros es mostrarnos receptivos a ellas. Sólo después de atraerlos podremos estimularlos e influir en ellos.
Por tanto, la receptividad es el primer paso hacia la estimulación y la influencia.
La receptividad es la capacidad de recibir, significa poder recibir. Sólo aquello que no está completamente lleno puede recibir algo. Recordemos, por ejemplo, lo difícil que es hacer un regalo a alguien que ya lo tiene todo, lo difícil que es dar un consejo a alguien que cree saberlo todo y lo difícil que es ayudar a alguien que siempre puede hacerlo todo. y resolver todo ellos mismos. Entonces, si queremos que otros se acerquen a nosotros, debemos dejar algún hueco por donde puedan entrar y algún vacío que puedan intentar llenar.
En la práctica, la receptividad se manifiesta principalmente a través de la disponibilidad, la apertura a los demás, la ausencia de prejuicios y una cierta humildad. Que el consultante encuentre su propia manera de experimentar estos factores, si así lo desea.
1.ª LÍNEA (6)
“Estimula el dedo del pie”.
La persona de la primera línea comienza a sentirse estimulada y/o influenciada por algo o alguien que le atrae, fuera de él, diferente a él en contenido pero similar en algún aspecto externo.
El efecto de esta atracción es todavía sutil y queda restringido a ella, como un movimiento únicamente interno.
De continuar, este estímulo derivará en un deseo de cambio, de renovación, que, a su vez, tampoco será más que un movimiento interno que por ahora no llegará a buen puerto.
Esta contención de la persona tal vez se deba a que está muy arraigada en situaciones sólidamente establecidas y equilibradas, de modo que, incluso cuando es estimulada por alguien o algo que exprese decisión, dinamismo, alegría, ardor e incluso cierta intrascendencia, no lo hace. no reaccionará a este estímulo, salvo muy débilmente, sin animarse a actuar.
2.ª LÍNEA (6)
“Estimular las pantorrillas es perjudicial, pero sentarse es beneficioso”.
La segunda línea muestra a la persona que presenta, en relación con el tema de la consulta, una tendencia a la estabilidad, al equilibrio, a situaciones sólidas y, quizás, incluso a la placidez, la quietud y el retraimiento.
Sin embargo, en este momento es estimulado por algo o alguien que, si bien también tiene una posición firmemente establecida y se encuentra en equilibrio dentro de su entorno, no representa estabilidad, ni quietud y mucho menos placidez y recogimiento. Por el contrario, representa un movimiento inquieto en expansión, fuerza, voluntad y determinación para actuar, avanzar y expresarse.
Dentro de este panorama, es natural que la persona responda a los estímulos externos con cierta timidez y tibieza, con un acompañamiento que va y vuelve, encontrando obstáculos (reales o imaginarios), juzgando a veces mejor su propio tipo de comportamiento, a veces el otro, considerando a veces que la inclinación interna de su corazón es lo que debe seguirse, otras veces tendiendo a seguir el estímulo exterior.
Ciertamente la persona se encuentra en gran vergüenza y conflicto, lo que va en contra de su naturaleza y le causa sufrimiento.
Cerca de ella hay quienes la animan a cambiar su comportamiento, seguir los estímulos externos, mientras otros comparten en silencio su forma de ser.
Lo que dice el oráculo es que, si bien ambas tendencias son buenas, cada una a su manera -tanto lo que la persona es como lo que no es y lo que la estimula-, si estuvieran dispuestas a seguir la influencia del exterior, esto sería, por ella, sólo un movimiento vano, que realmente no la haría progresar. Sólo puede realizarse en su propio camino, siendo lo que es, siguiendo la inclinación natural de su corazón.
En última instancia, si realmente no sabe qué hacer, debe dejar que las cosas se resuelvan solas, sin intentar forzar nada.
En conclusión, el oráculo aconseja a la persona de la segunda línea que no siga el camino espurio, el camino que no es el suyo. Él le aconseja que respete su naturaleza y haga las cosas que ella siente naturalmente inclinada a hacer, que la estimulen sin causar conflicto. De esta manera su acción resultará fructífera y encontrará compañeros para su camino, lo que será bueno.
3.ª LÍNEA (9)
“Estimulado en la ingle, se aferra a los que sigue, avanzar desordenadamente trae miseria”.
Respecto al tema de la consulta, la tercera línea muestra a la persona que posee en alto grado las cualidades de concentración y tranquilidad, y tendencia a ser autosuficiente. Sin embargo, no es apática ni lenta, ni sumisa ni tímida, sino activa y creativa, y llena de aspiraciones que muchas veces la llevan a la vacilación y la indecisión.
En el momento centrado por la consulta hay una inquietud en la persona que sacude su estabilidad: algo o alguien la estimula y la atrae fuertemente fuera de este mundo donde se retrae. O tal vez sea ella misma quien, sintiéndose alejada de los demás, quiera bajar de las alturas y unirse a un grupo o pareja.
Como está acostumbrada a vivir o verse en una posición relativamente alta, y sólo fijarse en los ejemplos más destacados de cada ámbito de la acción humana, quienes la estimulan son aquellos que se encuentran en las posiciones más altas, sirviéndole de modelo o parámetro para el respectivo entorno social, profesional, familiar, escolar, etc. Sin embargo, se decepciona porque ve que el comportamiento de estas personas no siempre hace justicia al puesto que ocupan. Mientras ella, la de la tercera línea, trabaja en silencio y logra algo que - dentro de su área de especialización, por supuesto - tiene grandeza, solidez y es capaz de impactar cuando se presenta, aquellos a quienes pretendía seguir hacen un gran esfuerzo. gran cantidad de logros no tan grandes, que se desgastan, se evaporan y se renuevan de forma fluida y sin provocar mayores efectos. De cierta manera ella actúa, mientras los demás se agitan. Por lo tanto, seguir estos estímulos sólo le traerá frustración y sensación de pérdida y vacío.
Si luego decide recurrir a aquellos que le son más cercanos y más afines a su estilo, también se decepciona, porque se da cuenta de que éstos, por inexperiencia, falta de capacidad o voluntad, no están en condiciones de intercambiar experiencias con ella. Así que pronto se desanima de seguirlos.
Al percibir la superficialidad de unos y la insuficiencia de otros, la persona se siente muy mal. Cualquiera de las conexiones que se le presentan como posibles en este momento significaría una disminución para ella y, si las hiciera realidad, sería motivo de vergüenza y tristeza, ya que estaría fuera de lugar e incapaz de actuar por sí misma. manera, de realizarse, en definitiva.
Por lo tanto, a menos que otra línea u otro hexagrama señale una opción diferente, la persona no debe, aunque se sienta tentada, seguir ningún estímulo externo en el momento.
Lo que debe hacer es actuar según lo que le gusta y lo que cree correcto, integrando su impulso a la acción con sus sentimientos y su razón. Debe continuar en lo que constituye su inclinación natural, aunque sea algo fuera de la órbita de las personas con las que convive.
4.ª LÍNEA (9)
“Insistir es beneficioso y el remordimiento desaparece. Vas y vienes indeciso y sólo tus amigos siguen tus pensamientos”.
La cuarta línea muestra a la persona con una volubilidad muy intensa, lo que perjudica su desempeño en el tema de la consulta.
Ni los estímulos que le llegan de ella a los demás, ni los que le llegan del exterior, consiguen ejercer una influencia modificadora duradera, y acaba teniendo sólo lo que ya tiene: no desarrolla nada nuevo (en relación con el cuestión de consulta), y sólo afecta a quienes ya están vinculados a ella.
Al parecer esto se debe a que la persona se deja llevar por los impulsos emocionales, sin dejarse guiar por la razón, sin intentar tener una conciencia clara de los hechos.
Sin embargo, como no hay ninguna tendencia realmente dañina o negativa en ello, todo lo que necesita hacer es fijar sus pensamientos y voluntad en una sola dirección y mantener la coherencia en esto para estar en el camino correcto.
De esta forma, el malestar y el remordimiento resultantes de las continuas dudas e indecisiones desaparecerán.
Si la persona de la cuarta línea sigue sus inclinaciones más profundas y duraderas, con constancia, no tendrá nada de qué arrepentirse después. Si actúa con volubilidad o vacilación, cambiando de rumbo con frecuencia, sus acciones tendrán pocas consecuencias y poca influencia, y sólo afectarán a aquellos que ya se conectan con ella por otras razones.
En definitiva, esta línea aconseja a la persona abandonar la inconstancia y adoptar la constancia en su conducta, en relación con la cuestión de la consulta. Esto la ayudará a evitar obstáculos que surjan y obtener apoyo.
5.ª LÍNEA (9)
“Estimular tu espalda, sin remordimientos”.
La quinta línea muestra a la persona recibiendo o provocando estímulos que no ejercen mucha influencia. Hay atracción y correspondencia entre los elementos que se estimulan mutuamente, pero la acción no se desarrolla, no evoluciona.
Ambos elementos son racionales, ambos desempeñan papeles centralizadores en sus respectivos entornos y ambos reciben, de sus compañeros de grupo, una influencia moderadora sobre sus características más llamativas. La persona representada por la quinta línea es, en principio, activa, dominante, resolutiva, valiente y extrovertida; quien la atrae es, por el contrario, pasivo, indeciso, miedoso e introvertido, y cada uno se siente realizado y valorado por el otro.
No hay conflicto, no hay compromiso, no hay nada que temer o lamentar.
Sin embargo, probablemente debido a la excesiva inmovilidad e indecisión del otro elemento, y a la falta de sensibilidad de este último, es posible que la relación siga siendo incierta. En este caso, corresponderá a la persona de la quinta línea, si lo desea, tomar la iniciativa para intentar estimular al otro - incluso si se retrae - y deberá tener éxito en esta tarea.
6.ª LÍNEA (6)
“Estimular la mandíbula, las mejillas y la lengua”.
La sexta línea muestra a la persona tratando de animar a los demás a través de palabras.
Habla demasiado, sus palabras no tienen mucha sustancia ni están respaldadas o respaldadas por acciones, y es probable que resulten ineficaces.
La estimulación mutua permanece sólo en la superficie, no influye en los involucrados en el problema, pero la persona en la sexta línea no sufre por ello: su superficialidad no le permite tener sentimientos profundos, al menos en lo que respecta al tema de la consulta.
El Yi Jing aconseja a la persona que abandone esta actitud y ponga fin, sin lugar a dudas, a su participación en el asunto que nos ocupa.