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HEXAGRAMA 20: OBSERVADO DESDE LEJOS

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DICTAMEN

“OBSERVADO DESDE LEJOS hace la ablución, pero no la ofrenda;
Hay confianza en él porque luce imponente”.

Este hexagrama habla de un momento o una situación en la que la persona ya ha dado un paso hacia algo y se detiene a observar esa realidad, a sí misma y quizás a quienes le rodean, antes de continuar.

En este momento la persona observa y es observada, ejerce y recibe influencia. Hay atención y reverencia, hay vacilación en el proceder y una receptividad dispuesta a acoger lo que viene, existe el riesgo de que todo se desmorone antes de estar completo.

Es un momento intensamente presente e importante: hubo toda la preparación previa para llegar a él, y de ello depende todo el desarrollo futuro del tema. Como resultado, también puede ser un momento de gran tensión.

En la situación que nos ocupa, el tema de la consulta es muy importante y no puede considerarse de forma aislada, sino más bien en términos de alguien que eligió como modelo y quiere seguir, o algo que quiere lograr o lograr. En definitiva, siempre es la persona la que se enfrenta a un ideal.

Los demás involucrados en el tema de la consulta están atentos al tema, esperando el desarrollo de sus acciones para definir su rumbo.

La predicción básica del hexagrama se detiene ahí, no hace predicciones sobre el resultado de la situación, sólo describe este momento de expectativa. Alguna línea mutante, sin embargo, o un segundo hexagrama obtenido pueden indicar lo que seguirá.

IMAGEN

“El viento actúa sobre la tierra, observado desde lejos.
Así, los antiguos reyes, al visitar los cuatro rincones del mundo, observaban al pueblo para implementar sus enseñanzas”.

El consejo de la Imagen se dirige a quienes deberían servir de modelo, de objeto de observación para los demás, y recomienda que estas personas, a su vez, observen el mundo y a los demás, tanto para aprender de ellos como para poder enseñarles mejor.

La Imagen presenta el observar y el ser observado como dos caras de una misma moneda, en la situación enfocada por la consulta. Por un lado, existe un modelo o ideal a seguir; por el otro, está la comprensión de que no habría modelos ni ideales si no hubiera gente interesada en seguirlos.

1.ª LÍNEA (6)

“Observar con inmadurez no es un error para un hombre inferior, pero avergüenza a una persona sabia”.

La primera línea muestra a la persona actuando o posicionándose en relación al tema de la consulta de manera simplista, infantil o ingenua, sin discernir bien las cosas, dejándose llevar pasivamente, haciendo observaciones y juicios primarios.

Si el sujeto de la línea es realmente una persona sencilla, muy joven o débil, sin mucha experiencia ni habilidad en la materia, esta forma de actuar es correcta, porque es la forma natural para alguien en tales condiciones.

Sin embargo, si el sujeto de la consulta es alguien con más capacidad y preparación, lo correcto es asumir esta condición y actuar de manera más adulta, con un poco más de iniciativa y dinamismo, emprendiendo acciones de mayor alcance. Le da vergüenza mirar como un niño, sin intenciones ni posturas. Actuando así no conseguirá nada.

2.ª LÍNEA (6)

“Observar de forma limitada, sólo conveniente [en el caso] de insistencia femenina”.

La persona de la segunda línea está, en relación al tema de la consulta, limitada en todo.

No tiene mucha autonomía ni mucha capacidad de acción y su visión del tema es parcial. Está perfectamente insertado en su entorno, pero restringido a él: no puede expandirse. En términos de relaciones, tiene conexiones fuertes e importantes, pero desempeña un papel subordinado y pasivo en ellas.

Si realmente se siente cómodamente acomodada en este rol y continúa actuando como un elemento moderador, equilibrado, receptivo y servicial, será bueno que mantenga una visión limitada de las cosas, ya que así evitará enfrentamientos y responsabilidades. Sin embargo, no se puede olvidar que esta es una actitud cómoda, propia de quien no tiene el coraje de hacerse cargo de sus propios actos o no puede mirar sin velos y reservas lo que sucede a su alrededor, y esto quizás podría provocar que se avergüence de sí misma.

En cualquier caso, en momentos de dificultad, cuando las cosas están dispersas o desmoronándose, la persona siempre cuenta con el apoyo de aquellos a quienes admira y sigue, o a quienes está subordinada: puede buscarlos y encontrará apoyo y, a través de ellos, ellos mismos podrán protegerse.

3.ª LÍNEA (6)

“Veo mi vida progresar y declinar”.

Según el tenor general de este hexagrama, la persona en la tercera línea detiene su movimiento por un momento para examinarse a sí misma y sus circunstancias antes de proceder con lo que se propone.

En este examen observa que ha habido avances y también, ahora o en el futuro cercano, pasado o futuro, un declive o un retroceso.

Si está bien apoyada por su entorno y mantiene viva la relación con su ideal o modelo, su camino aún no está perdido y, a pesar de los obstáculos y de su debilidad actual, puede haber avances y éxitos.

Lamentablemente, sin embargo, la tendencia de la persona, como lo indica esta línea, es alejarse de sus compañeros e ir sola, siempre avanzando, en busca del ideal. De esta forma no obtendrá los resultados esperados, sufrirá y podrá sufrir pérdidas. Entonces el camino se perderá y la única salvación (o consuelo) será unirse a su(s) compañero(s) en solidaridad y apoyo mutuo.

En conclusión, en este momento de suspensión de la acción y la reflexión es importante que la persona no intente avanzar en solitario, sino que se apoye en sus compañeros y en el ideal; y también se recomienda que no inventes nuevos proyectos ahora, sino que te esfuerces por llevar hasta el final lo que ya has empezado. Existe un gran peligro de que lo derriben o de que no pueda subir.

4.ª LÍNEA (6)

“Observando la luz del reino, es conveniente y útil ser huésped del rey”.

Al examinar el material de la consulta, la persona de la cuarta línea no se mira a sí misma ni a lo que debería o podría hacer. Parece que enseguida siente las limitaciones de su persona y de su posición, y dirige su mirada hacia arriba, hacia el modelo que le gustaría seguir o hacia el objetivo que le gustaría alcanzar, o incluso hacia su vida ideal.

Sin embargo, al carecer de energía e iniciativa, no busca experimentar el ideal y el modelo en sí misma, ni realizar acciones que conduzcan a los objetivos, sino que simplemente quiere estar en el entorno en el que viven y actúan sus modelos, donde esos objetivos son parte de las cosas normales con las que contamos, donde la vida idealizada es realidad.

Así, lo importante para la persona de la cuarta línea es entrar en ese entorno, vivir en esa realidad, aunque sea de forma prestada, como un invitado. Al tener una buena relación con quienes mandan la situación y servirles con lealtad, corrección y dedicación, su presencia será valorada, sus deseos serán satisfechos y podrá extender las ventajas de su cargo a sus compañeros más cercanos.

El oráculo, sin embargo, no afirma que esto vaya a suceder, sólo afirma que es posible y que sería conveniente y útil que sucediera, para ambas partes involucradas.

Si esta fuera la única línea mutante obtenida, las perspectivas para la persona son que permanezca indefinidamente en más o menos el mismo punto, sin muchas posibilidades de progreso, ya que dependerá de quién esté en el poder y puede que no sean los mismos buenos amigos de ahora.

5.ª LÍNEA (9)

“Observando mi vida, si fuera una persona sabia, ningún error”.

Aquí la persona, al detenerse en medio del movimiento por un momento de autoexamen y reflexión sobre su conducta hasta ese momento, no se mira directamente a sí misma, sino que busca evaluarse a través de la forma en que los demás actúan en relación. a ellos o en relación con lo que ella intentó transmitirles o enseñarles. Esto puede ser una descripción de lo que ya está sucediendo o una recomendación para que la persona actúe de esta manera.

Esta es la línea que mejor expresa la idea contenida en la Imagen de este hexagrama, de que el observado y el observador, el modelo y el seguidor son las dos caras de una misma moneda, las dos caras de una misma realidad.

Si una persona ve, a través de la actitud de los demás, que ha actuado hacia ellos de manera noble, civilizada, sabia, honorable y honesta, y que siempre ha buscado, en su propio comportamiento, expresar los más altos ideales de la raza humana, entonces ella concluirá que no hay ningún error en que se convierta en un modelo a seguir.

Incluso si se produce el colapso de algún aspecto de la realidad objeto de la consulta, o incluso de toda esa realidad, la persona permanecerá con sus seguidores, a quienes ofrecerá, a cambio, protección y favores, que lo eximirán. de cualquier culpa y colaborará para el buen progreso de las cosas.

6.ª LÍNEA (9)

“Observar la vida de los demás; si es una persona sabia, no se equivoca”.

La persona, como lo revela esta línea, está siendo observada por otros.

No se trata de una observación gratuita, sin intención, sino más bien de una evaluación probablemente con vistas a verificar si la persona es capaz de llevar a cabo la acción ya iniciada o la acción propuesta.

Esto demuestra, naturalmente, que los demás todavía no tienen plena confianza en ella y todavía dudan de sus habilidades, a pesar de que ella, en apariencia, parece bastante fuerte y capaz. Pero en el fondo hay cierta vacilación, indecisión o incertidumbre. Falta algo que estabilice su posición en la realidad enfocada por la consulta, que es lo que lleva a otros a este momento de pausa, observación y reflexión.

Si del análisis se concluye que la persona posee las condiciones y cualidades necesarias para la acción prevista -cualidades que son sabiduría, nobleza de carácter, honestidad o sinceridad, idoneidad y compasión, principalmente- entonces no habrá error en que esa persona proceda hacia su ideal, que posiblemente implique unión con otros.

Vale destacar que la persona tiene que actuar, tiene que mostrarse, para que los demás puedan evaluarla y, ojalá, aceptarla. Si se espera que lleguen iniciativas de fuera no pasará nada y se habrá perdido la oportunidad. Tampoco tiene sentido tratar de acercarse con arrogancia, sin reconocer sus errores o querer encubrirlos, o disfrazar algún aspecto negativo de sí misma para impresionar mejor a los demás: esto no funcionaría y causaría sufrimiento.