HEXAGRAMA 16: PREVINIENDO EXCESOS
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DICTAMEN
“PREVINIENDO EXCESOS, conviene establecer feudos y mover ejércitos”.
El mensaje básico de este hexagrama es que hay que actuar, pero de forma controlada. El tema de la consulta requiere de un movimiento, que debe tener como objetivo hacer prevalecer el orden y la armonía, para no dar paso a excesos propios del entusiasmo, del ímpetu, del impulso inicial.
La persona que ejecuta el movimiento es el sujeto de la consulta, asistida por personas o elementos en quienes delega responsabilidades y que multiplican su capacidad de acción, en fuerza y alcance. El movimiento debe ejecutarse con determinación y, en principio, se desarrolla sobre una base sólida preexistente.
Este hexagrama puede reflejar el entusiasmo y quizás el exceso de confianza del sujeto de la consulta respecto a un proyecto. El sujeto de la consulta puede hacer lo que quiera, pero debe hacerlo con moderación y no al azar.
Hay obstáculos que, aunque no sean aparentes, subyacen a toda la situación: siempre existe el riesgo virtual de que cualquier obstáculo perjudique los planes. Sin embargo, una persona puede protegerse contra este riesgo si sigue los consejos que da el hexagrama, que son:
En primer lugar, buscar apoyo: ayudantes, amigos, cónyuges, profesionales contratados, familiares, parientes, compañeros de trabajo, instituciones u otras entidades. Cualquiera que sea la empresa prevista, no debe ser desarrollada por la persona sola, sino que requiere, para su buen desarrollo, la unión de esfuerzos. Si el sujeto logra mantenerse dentro de los límites del orden, de lo sensato, de lo razonable, probablemente contará con el apoyo y acuerdo de sus colaboradores.
En segundo lugar, actuar, hacer y poner manos a la obra. El movimiento que permanece sólo en el pensamiento no conducirá a ningún logro. Al actuar aparecerá el primer obstáculo, que es romper la inercia inicial.
Si la persona ha obtenido líneas mutantes, estas pueden indicar algunos elementos que pueden ayudar, dificultar o incluso impedir la plena consecución de lo que se pretende, así como definir mejor la situación del sujeto de la consulta y de las personas involucradas en el tema.
En definitiva, se trata de hacer cosas, pero dentro de un orden, un programa, en definitiva, algo que limite las acciones, para que no excedan las posibilidades del momento sino, por el contrario, las exploren al máximo. La forma recomendada de afrontar lo que se avecina es distribuir responsabilidades y tareas, y sólo entonces actuar, utilizando ayudantes y ayudantes de los ayudantes, porque probablemente haya mucho por hacer.
IMAGEN
“Aparece el trueno y hace temblar la tierra, impidiendo los excesos. Así los reyes de la antigüedad hacían música para elevar su virtud y la ofrecían solemnemente a la Divinidad Suprema. En esto eran iguales a sus padres y abuelos”.
La Imagen recomienda la oración y la elevación moral y espiritual a través de la música como medio para prevenir y controlar los excesos, destacando que se trata de una conducta muy antigua y noble, ya adoptada por los pueblos desde los inicios de la civilización.
1.ª LÍNEA (6)
“Prevenir excesos trinando es perjudicial”.
La persona, en esta primera línea, por su posición sin poder y autonomía en el asunto de la consulta, puede incluso tener la intención de impedir excesos, pero lo hace cometiendo excesos, a bombo y platillo y, por tanto, quizás sin darse cuenta de eso, se desvía de sus intenciones prudentes, lo que no darán buenos resultados.
Respecto al tema de la consulta, ésta puede terminar en un agotamiento de la voluntad e interés, y/o una pérdida de control.
Probablemente la persona actúa así porque se relaciona e identifica con elementos más fuertes y capaces, o que están en mejor situación que ella misma, en lugar de limitarse a la convivencia y posibilidades reales de su entorno, donde, de hecho, se encuentra bien insertada.
La tendencia de esta conducta es, después de la aprensión y el miedo que provocan los excesos, a encontrar finalmente el camino hacia la armonía, dentro de las normas adecuadas al caso.
2.ª LÍNEA (6)
“La corteza de una roca; [antes de que] termine el día, su insistencia es beneficiosa”.
La segunda línea muestra a la persona, ante la situación enfocada por la consulta, previniendo posibles excesos y actuando con mucha firmeza y rapidez en las decisiones.
De esta manera podrá continuar y tener buena suerte.
El Yi Jing explica que la persona actúa así porque es consciente de los límites de su situación y tiene, en el tema de la consulta, una posición sumamente sólida, equilibrada y sin influencias, aunque con buenas relaciones de apoyo.
La tendencia, si la persona continúa con estas actitudes, es avanzar aún más y obtener resultados.
3.ª LÍNEA (6)
“Prevenir los excesos abriendo mucho los ojos es vergonzoso; [pero] la demora también trae vergüenza”.
La tercera línea muestra a la persona comportándose de manera dependiente e indecisa ante la situación enfocada por la consulta: ya sea por esperar a ver cómo actuarán los demás, o por su propia indecisión, o actúa bajo la influencia de otros, o no actúan en absoluto.
La persona no quiere asumir nada y por lo tanto no logra nada.
El motivo de esta vergonzosa actitud, según el Yi Jing, es una insuficiencia entre la persona y el puesto que ocupa, en el tema de la consulta. Sin embargo, esta insuficiencia es sólo parcial, por lo que puede superarse. No de una manera frontal e impactante, sino sutil, sorteando obstáculos y tratando de apoyarse más en él y en sus seres queridos. La persona no debe querer superar su condición a través de halagos e imitaciones de aquellos que están en una posición superior a ella, y debe ser cautelosa, porque la tendencia, para alguien con este comportamiento, es ser atacado, derribado o herido - y tal vez por alguien inferior, si no tiene mucho cuidado.
4.ª LÍNEA (9)
“El exceso apropiado puede manifestarse con grandeza. No lo dudes, aíslate de las críticas [incluso si provienen de] tus amigos”.
Como indica esta línea, la persona probablemente realiza una acción que provoca impacto y extrañeza en su entorno. Según el Yi Jing, ella puede tomar esta gran actitud, que afecta a muchas cosas o a muchas personas, porque hay, en este momento, muchas posibilidades latentes que podrían suceder y que se originan, directa o indirectamente, en ella misma, en su entusiasmo por el tema de la consulta y su poder de atracción para los demás implicados, incluidos aquellos que se encuentran en una posición básicamente superior a la suya. Por lo tanto, puede actuar con una energía inusual para controlar la situación, incluso más allá de lo que sería normal, y llegar hasta el final, haciendo lo que debe hacerse, sin permitir que los acontecimientos se vuelvan excesivos.
Esto es lo correcto: la persona debe hacer lo que se propone, sin vacilaciones ni dudas, pero con cautela y cerrada como una maleta, sin revelar sus planes ni comentar ni justificar sus acciones.
Aun así, será blanco de comentarios inmerecidos y recibirá críticas. No debería esperar elogios.
Si ésta fue la única línea mutante obtenida, la tendencia es que la situación, que estaba o está hirviendo, se normalice y cristalice. La persona debe permanecer discreta, reservada y cautelosa.
5.ª LÍNEA (6)
“Insistentemente envidioso, persiste en no desaparecer”.
La persona en la quinta línea está constantemente afectada por una enfermedad, pero no muere a causa de esa enfermedad.
No sucumbe porque tiene energía interior y vocación de equilibrio, de autocontrol y de superación de obstáculos que las dificultades aún no han conseguido destruir.
Como resultado, la tendencia de esta persona es seguir luchando, tratando de lograr lo que quiere y lo que necesita, y de hecho logrando algún progreso.
El texto oracular habla específicamente de la envidia, pero el mal que afecta a la persona también puede ser una enfermedad, un dolor, una preocupación, un odio o una necesidad urgente y constantemente repetida que sacude a la persona pero no la destruye, no la mata.
6.ª LÍNEA (6)
“Evita los excesos ignorantes superándote y dando ejemplo, sin errores”.
La sexta línea muestra a una persona que no impide lo que debería reprimir en sí misma y previene, de forma agresiva e irreflexiva, lo que considera excesivo en los demás. Según el Yi Jing, esta es una actitud ignorante, lo opuesto a una actitud sabia, pero se puede arreglar.
Para corregirlo, el sujeto de la línea simplemente necesita tomar conciencia de su error o equivocación, querer mejorar y cambiar. Esto es lo que hay que hacer y lo que probablemente hará, ya que no podrá sostener ni soportar los excesos durante mucho tiempo. De hecho, tales excesos sólo serían permisibles en ocasiones extremas de defensa o autodisciplina, y no durante mucho tiempo.
Esta línea aconseja adoptar una actitud enérgica, lúcida y controlada, pues, si la persona continúa cometiendo o permitiendo excesos, o intenta impedirlos de forma equivocada, no durará mucho en la situación en la que se encuentra.