HEXAGRAMA 5: ESPERANDO SIN PREOCUPARSE
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DICTAMEN
“ESPERANDO SIN PREOCUPARSE y teniendo confianza, se ejerce una influencia manifiesta; Insistir es beneficioso.
Es conveniente cruzar el río grande”.
Este hexagrama revela una situación en la que lo que se vislumbra no sucederá por ahora. Lo que el consultante quiere hacer, lo que le gustaría que sucediera o lo que imagina que podría suceder, no sucederá en este momento: hay que esperar. El momento actual es de espera.
Para cuestiones muy amplias, obtener este hexagrama también puede indicar que no sucederá nada destacable o muy importante por ahora, y que el período actual será como esperar por algo más grande.
Para asuntos en los que el deseo del sujeto de la consulta sería avanzar y resolver todo de una vez, este hexagrama es claramente una recomendación de esperar, porque hay peligros -o problemas, dificultades- por delante.
La espera incluye preparación, sin ansiedad. Es bueno nutrir los diversos componentes de la situación para permitirles dar la respuesta adecuada cuando llegue el momento. El momento actual es propicio, por ejemplo, para formar a un competidor, estudiar a alguien que va a hacer un examen, fortalecer a alguien que va a pasar por una cirugía, reservar capital para un emprendimiento, etc. El hexagrama muestra los ojos, los oídos y la boca como vías alimentarias de la persona, y la mayor dificultad, si la hay, se manifestará en la audición.
Se previenen todas las acciones energéticas, creativas y expansivas. Las acciones que pueden -y deben- llevarse a cabo ahora son acciones metódicas, controladas y minuciosas. Todo lo que implica autoconocimiento y conocimiento de las circunstancias se libera.
La insistencia en lo que se quiere y en lo que se hace según ese querer es importante para el éxito futuro: debe haber constancia de objetivos, métodos, procedimientos. Si se las deja solas, las cosas difícilmente llegarán a donde queremos que vayan.
La confianza es fundamental: tanto tener como inspirar confianza . Debemos creer que lo que esperamos es posible y válido, y debemos creer en la capacidad de la persona que será agente del evento esperado. Sin esto no hay espera útil.
El retraso en suceder se debe a que lo esperado enfrenta una separación: hay algo, incluido el tiempo mismo, que separa el momento actual del momento de realización, generando el período de espera. También puede ser una separación de un orden interno (un conflicto o una falta de unidad dentro de la persona que debe actuar) o de un orden externo (un desequilibrio o desconexión en las condiciones imperantes, o un desacuerdo de la persona con estas condiciones). En cualquier caso, la separación actual domina el campo de acción y no será esta vez cuando será superada. Permanece. Por eso la acción del hexagrama no es más que esperar, y no tiene sentido preocuparse.
También vemos en este hexagrama un componente de idealismo, de metas elevadas, casi sobrehumanas, que inspiran y animan al consultante cuando las contempla, pero que, para ser alcanzadas, deben ser transpuestas a sus posibilidades reales.
Para conocer sus posibilidades reales, una persona debe profundizar en sí misma y en sus circunstancias. A partir de los conocimientos allí adquiridos, deberá seguir con cuidado el camino hacia su ideal, sin rendirse ante ningún obstáculo, utilizando su inteligencia para encontrar los pasajes más fáciles, incorporando todo lo que pueda serle útil y dejando de lado lo inútil. sin parar jamás.
Esto es lo que nos enseña a hacer el Yi Jing cuando obtenemos este hexagrama en respuesta a una consulta sobre algo a lo que aspiramos mucho. Lamentablemente, también enseña que no alcanzaremos el ideal ahora: el momento actual está esperando, incluida la preparación.
Esta es la predicción general para quienes obtuvieron este hexagrama solo o como segundo en la consulta. Quienes hayan obtenido líneas mutantes encontrarán en ellas orientación específica sobre su situación particular dentro del marco general de la espera.
Los consejos de la imagen siguiente se aplican a todos los casos.
IMAGEN
“Las nubes se elevan en el cielo, ESPERANDO SIN PREOCUPARSE. Así, el sabio bebe, come, festeja y se divierte”.
El consejo para cualquiera que haya obtenido este hexagrama al consultar el oráculo es básicamente no preocuparse por la espera.
No se pueden apresurar los acontecimientos. Nada sucede correctamente antes de su tiempo. Como el momento es para esperar, lo sabio es esperar, preparándose, en cuerpo y espíritu, para lo que se espera. La preparación del cuerpo, o de las condiciones materiales, consiste en comer y beber, es decir, en alimentarse, en abastecerse, en el suministro de todas las sustancias que serán necesarias cuando llegue el momento de actuar. La preparación del espíritu, o condiciones psicológicas, consiste en mantener la alegría, la socialización con amigos y el buen humor, para estar tranquilos y en buen estado mental cuando llegue el momento de actuar. Ninguna de las dos actitudes será posible si la persona se impacienta, se rebela, se preocupa por la espera; Por eso la calma es el consejo básico.
1.ª LÍNEA (9)
“Esperar en las afueras es conveniente y útil para permanecer sin cambios, sin errores”.
La persona de la primera línea, aunque todavía está lejos de conseguir lo que quiere, se encuentra en una situación muy tranquila y cómoda, por lo que no le resulta difícil esperar, como tiene que hacer.
Está bien insertada en su entorno, en una posición que no es la mejor posible pero que le conviene; está bien conectado, tanto colectiva como individualmente; se encuentra, respecto del objeto de consulta, sin ninguna amenaza de peligro, dificultad o ataque de enemigos. Por lo tanto, no está mal que ella espere, donde está, la oportunidad adecuada para actuar o que ocurra algún evento que no depende de ella.
Sin embargo, estas mismas condiciones favorables pueden conducir, en el futuro, a una acomodación: como el objetivo está muy lejos y la posición es cómoda, la persona de la primera línea puede permitirse permanecer allí, sin buscar más cambios. Esto no será bueno porque la persona quedará completamente aislada de lo que inicialmente quería lograr, quedará estancada en el tiempo, olvidada por todos, inútil. ¿Podrá lograr lo que espera?
Sugiero que el consultante recuerde las orientaciones contenidas en el DICTAMEN, que el tiempo de espera debe ser también un tiempo de preparación, y realmente se prepare para actuar o buscar los acontecimientos, en lugar de simplemente acomodarse.
2.ª LÍNEA (9)
“Esperar en la arena, manteniendo las palabras al mínimo, resulta beneficioso”.
El oráculo nos muestra que el sujeto de la segunda línea todavía está lejos de conseguir lo que espera, pero se encuentra en una situación relativamente estable y satisfactoria. Relativamente estable porque no sería, en principio, la persona más adecuada para el puesto que ocupa, y su base de apoyo no es muy firme. Sin embargo, como ningún hecho concreto lo amenaza, si se abstiene de criticar y/o contestar y no se expande demasiado, en general puede permanecer en esa posición y esperar un cambio positivo.
En su contexto inmediato está bien integrado y, en el fondo, es feliz. Pero actualmente no tiene relaciones fuera de esa área que puedan ayudarlo con el tema de la consulta, y quizás esto contribuya al retraso en lograr lo que espera.
Pero, también dentro de sí mismo, la persona de la segunda línea quiere algo, y hay una determinación latente en su voluntad, para que, en el futuro, finalmente suceda lo que esperaba, y de forma espontánea. No será necesario que ella haga ningún esfuerzo para perseguir al objetivo. Sólo que habiéndose preparado previamente, es decir, en el momento presente de esta consulta, aún debe tener paciencia y esperar un poco más a que el objetivo esté a su alcance, o suceda lo que esperaba. El presente es tiempo de espera y preparación; el futuro es el de la realización.
3.ª LÍNEA (9)
“Esperar en el limo hace que llegue el invasor”.
La tercera línea muestra que la persona ha avanzado un poco demasiado y se encuentra, por ello, en una situación muy insegura. Si esto aún no ha sucedido, esta línea es una advertencia para que la persona no se ponga en tal situación, que es la siguiente:
Siendo (o sintiéndose, en relación al tema de la consulta), fuerte, impetuosa, intrépida, decidida y también un poco temeraria y jactanciosa, la persona de la tercera línea se acerca mucho a lo que quiere o teme. En este punto las cosas se complican, ya no son tan fáciles y ve que no puede ir más lejos para afrontar y superar el obstáculo o la etapa que le falta para lograr su objetivo. Pero ya se ha involucrado tanto que tampoco puede volver atrás. Entonces no puede hacer nada, tiene que esperar.
Al encontrarse en una posición altamente vulnerable y visible, sin medios para defenderse, se convierte en un blanco fácil para quienes están en contra de sus proyectos o incluso quieren perjudicarlo, y será víctima de cualquier circunstancia adversa que se presente.
Como estas cosas sucedieron por falta de prudencia y sentido común de la persona, que se extralimitó, y como no hay evidencia de que pretenda, de momento, modificar su conducta imprudente, la situación tiende a permanecer como está o empeorar en el futuro.
En conclusión: en primer lugar, hay tiempo para esperar, por lo que no tiene sentido querer avanzar demasiado; segundo, al moverse la persona debe tener mucho cuidado de no terminar en una posición aún más insegura (como tiene que esperar, es mejor esperar en una posición sólida y segura); en tercer lugar, dado que la persona no cuenta con la ayuda de otros en esta situación, debe determinar la longitud de sus pasos o sus expectativas por la medida de sus propios recursos y capacidades, y por la distancia que lo separa del objeto de su expectativa.
4.ª LÍNEA (6)
“Esperando en la sangre, sale del pozo por sí sola”.
La persona de la cuarta línea se encuentra, en relación al tema de la consulta, en una situación muy negativa.
Puede que haya actuado precipitadamente, sin mucha preparación ni reflexión, guiada por la imprudencia, la terquedad o la obstinación, y ahora se encuentra inmersa en una situación incómoda o incluso peligrosa, a la que no está preparada para afrontar: no tiene la fuerza y el coraje necesarios para afrontar y superar un elemento antagónico externo; ni enfrentarse a sí mismo, identificar lo que realmente quiere, lo que puede aspirar a lograr y superarse, si es necesario.
Sin embargo, tiene suficiente claridad de visión para comprender, incluso intuitivamente, la gravedad de su caso y podría, si quisiera, al menos analizarse a sí misma y su posición, y tomar la decisión de salir de la situación complicada y encerrada en que se encuentra.
Según el Yi Jing, la única buena alternativa para la persona en la cuarta línea es abandonar su posición actual: necesita cambiar algo, ya sea el objeto de la espera, o su forma de actuar, o a sí misma. Sola tal vez no tenga la fuerza y el coraje necesarios para esto, pero con la ayuda de quienes la rodean, escuchando atentamente los consejos de sus amigos, podría salir de la complicación en la que se encuentra, ya que mantiene relaciones sólidas con amigos y/o familia y tiene buenas relaciones con conocidos y/o colegas. Si la espera se relaciona con un asunto exclusivamente individual, la persona también podría buscar apoyo en el ideal que la anima, en la intensidad de su deseo y de su fe, pero reformulando sus metas para adaptar el ideal a lo real.
Si una persona se empeña en permanecer obstinada en su posición actual, sin cambiar, ya sea por iniciativa propia o aceptando consejos de otros, estará en una situación aún peor en el futuro.
5.ª LÍNEA (9)
“A la espera de comida y bebida, conviene insistir”.
Según la predicción general de este hexagrama, la persona a la que se refiere la quinta línea también se encuentra en situación de espera. Sabiendo, tanto racional como intuitivamente, que no logrará lo que quiere por ahora, o que lo que espera o teme no sucederá en este momento, no se deja perturbar por esto y espera tranquila y felizmente.
En cuanto a la preparación que hay que hacer durante el período de espera, ella la hace en todos los aspectos, pudiendo así abastecerse porque está, al menos en lo que respecta al tema de la consulta, en condiciones de disponer de muchos recursos.
El oráculo recomienda constancia en el comportamiento actual, asegurando que, de continuar como están, las cosas llegarán a buen fin, porque van por buen camino y porque la persona está actuando correctamente.
Se observa cierta flexibilidad en la persona de la quinta línea, en el sentido de buscar persistentemente el camino más fácil y sin obstáculos para alcanzar su objetivo, prefiriendo sortear los obstáculos antes que afrontarlos. Esta tendencia persistirá en el futuro, cuando se produzcan los acontecimientos esperados. Tanto en el presente como en el futuro, buscará permanecer en acuerdo consigo misma y con quienes influyen directamente en sus circunstancias. Al mismo tiempo que escucha los consejos y opiniones de los demás, se asoma a su propio corazón, porque es auténtica. Esta actitud es importante porque evita conflictos y trae armonía, paz, que parece ser lo que, en lo más profundo de sí mismo, la persona de la quinta línea ha querido y esperado.
6.ª LÍNEA (6)
“Cae en el foso porque llegan tres invitados no invitados, pero atenderlos acaba siendo beneficioso”.
Justo cuando parecía que el tiempo de espera había llegado a su fin, de forma inesperada, de forma imprevista, todo se desmorona para la persona de la sexta línea, respecto al tema de la consulta. Sus capacidades de percepción y acción se ven obstaculizadas: no puede tener una visión global de la situación ni llevar a cabo proyectos a largo plazo. En cuanto al objeto de la espera, si era algo o alguien que la persona de la sexta línea quería, estaba momentáneamente fuera de su alcance; Si era algo o alguien a lo que la persona de la sexta línea temía, actualmente está paralizada, se ha vuelto ineficaz, aunque puede que ni siquiera lo sepa todavía.
Así, la persona de la sexta línea, en relación al tema de la consulta, está como si estuviera nuevamente en el principio, y lo que se esperaba, bueno o malo, no ha sucedido ni sucederá por ahora, al menos no en las formas y proporciones imaginadas por la persona.
Su situación ahora es incómoda, insegura y ofrece muy pocas posibilidades de salida.
La salida vendrá desde fuera, a través de elementos que surgen de forma espontánea e inesperada. La predicción del oráculo es que a la persona se le presentarán algunos elementos, no muchos: pueden ser personas, objetos, líneas de apoyo, recursos económicos, nuevas ideas, lo que sea. La persona realmente no esperaba esto y, al principio, puede sospechar o asustarse. Pero el Yi Jing recomienda considerar estos elementos con atención y interés, tratar de ver el valor que tienen y utilizarlos, si es necesario, ya que esto será beneficioso.
Si, debido a su perturbación y dificultad de percepción, la persona de la sexta línea no puede discernir la utilidad o validez de lo que se le presenta, debe pedir ayuda a alguien que esté cerca de él y que tenga buena visión para ayudarla en ese sentido.
Para el futuro, finalmente, hay perspectivas de solución y alivio, aunque quizás no en la medida inicialmente esperada. Al mismo tiempo, continuará la superación interna de la persona de la sexta línea que, de hecho, ha actuado de forma correcta y modesta a lo largo de toda la evolución del asunto de la consulta. Cuando las cosas ya han llegado a un punto satisfactorio para él, la persona no debe intentar avanzar más, no sea que sea derribado o caiga nuevamente.