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¿CÓMO FUNCIONA EL YI JING?

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  3. ¿Cómo funciona el Yi Jing?

Jorge Vulibrun 1

Como funciona

La palabra 'acaso' 2 tiene connotaciones confusas, ya que, en su uso cotidiano, trae a nuestra mente la idea de caos, falta de causalidad o falta de orden. Pero, ni 'acaso' ni su concepto correlato, 'aleatorio', tienen vinculación con caos, caótico, desorden o no causalidad, a pesar de que ellas tienen, efectivamente, una connotación de 'impreciso, problemático, vago'. ‘Acaso’ simplemente refleja nuestra ignorancia de las leyes que determinan un acontecimiento cualquiera. Por "ley" no entendemos algo que "gobierne" los procesos y haga que ellos sean lo que están siendo; "Ley" debe ser comprendida como una relación constante entre los cambios que aparecen en esos procesos como resultado de la interacción entre sus características inmanentes y el contacto con sus circunstancias.

Cuando evaluamos una serie de hechos podemos conocer o no la ley que describe su interrelación y que convierte unos en causas de los cambios de los otros. Si conocemos esta ley estaremos ante un fenómeno científicamente determinado. Si no la conocemos, entonces es pura elección personal tomar una de las siguientes posiciones:

  1. decir que no hay un orden, que lo que sucedió fue una casualidad, algo fortuito, accidental, desconsiderando así una posible relación entre los hechos
  2. ser honestos y decir francamente que somos incapaces de determinar la ley, pero aceptamos la relación aparente entre los hechos
  3. encontrar que la ley está más allá de la capacidad del entendimiento humano y que la interrelación fue determinada por la intervención de lo divino, llevándonos a reverenciar los hechos

El azar gobierna nuestras vidas de forma mucho más intensa de lo que nos gustaría reconocer. Por casualidad nos encontramos por primera vez con la persona amada 3. También podemos decir que Edipo sólo fue Edipo después de encontrarse por casualidad con su padre, iniciando así la secuencia de su trágico destino. Pero, ese "destino" fue construido después de los hechos. Si él se hubiera encontrado en el camino con alguien que no fuera su padre, Edipo habría sido más un griego peleador, un burgués padre de familia, lo que habría obligado a Freud a mirar hacia otro lado para encontrar una "imagen", un nombre, el conjunto de fenómenos psíquicos que él identificó.

En otras palabras, llamamos 'acaso' a nuestro desconocimiento de la interrelación entre la mayoría de los procesos que, como dijo el capítulo XXI del Dao De Jing, interactúan de “forma simplemente oscura y confusa”.

Fenómenos complejos, como el funcionamiento de nuestro sistema nervioso o el comportamiento de la atmósfera, son estudiados por una nueva rama de las matemáticas llamada Teoría del Caos. Esta teoría se ocupa de los fenómenos que dependen mucho de sus condiciones iniciales y está empezando a esclarecer las leyes que los describen. Estos fenómenos, que antes eran considerados simplemente caóticos, están mostrando su aspecto aleatorio.

Claro, sabemos que 'todo tiene una causa' que lo provoca. Así, la caída de unas monedas sigue leyes físicas deterministas, y su trayectoria puede ser expresada matemáticamente en función de su masa, de los movimientos impuestos por la mano que las arroja, etc. Pero, a pesar de eso, el fenómeno es tan complejo que no podemos predecir las caras que van a caer. Lo que sí podemos prever es que la mitad de las veces saldrá "cara" y en la otra mitad saldrá "seca", por eso decimos que estamos frente a un fenómeno aleatorio. Vemos, entonces, el determinismo relacionándose, sin contradecirse, con el azar; al jugar una moneda no sabemos el resultado, al jugar mil monedas sabemos que aproximadamente 500 de ellas van a salir 'cara'. Es lo que en matemáticas se llama 'ley de los grandes números'.

Otro ejemplo es la radiactividad, que es la desintegración espontánea del núcleo de un átomo de un elemento químico, que resulta en la emisión de partículas u ondas y la transformación de ese elemento en otro. No es posible predecir cuándo un átomo determinado se desintegrará espontáneamente, pero cada elemento radiactivo tiene un 'tiempo de vida' muy bien definido, en el que su radioactividad se reduce a la mitad (en el caso del radio es de 1620 años). Tenemos aquí otro ejemplo del acaso actuando sobre el microcosmos de un átomo en particular, y del determinismo en el macrocosmos del fenómeno visible, donde una masa de radio se comporta de forma totalmente previsible y exacta.

Otro ejemplo lo constituye el hecho de que, de millones de espermatozoides, sólo uno se unirá al óvulo, resultando en un hombre o una mujer solamente en función del espermatozoide que llegue al azar al óvulo. Sólo que, a pesar de ser un fenómeno aleatorio, la cantidad relativa de personas de cada sexo en el planeta se mantiene razonablemente constante en el 50% de hombres y el 50% de las mujeres.

Estas consideraciones llevaron a Jung, en su Prefacio al Yi Jing, a decir (Jung, in Wilhelm, 1986, pág.16):

”Es curioso que un pueblo tan dotado e inteligente como el chino nunca haya desarrollado lo que llamamos ciencia. Nuestra ciencia, sin embargo, está basada en el principio de causalidad, el cual es considerado una verdad axiomática. Pero un gran cambio está sucediendo en nuestro punto de vista. Lo que la Crítica de la Razón Pura de Kant no logró, está siendo realizado por la física moderna: sabemos ahora que lo que denominamos leyes naturales son meramente verdades estadísticas que suponen necesariamente excepciones. Aún no nos dimos cuenta de que necesitamos del laboratorio con sus decisivas limitaciones para demostrar la verdad invariable de las leyes naturales. Si dejamos la naturaleza actuar, veremos un cuadro muy diferente: el azar va a interferir total o parcialmente en todo el proceso, tanto así que, en circunstancias naturales, una secuencia de hechos que esté en absoluta concordancia con leyes específicas constituye casi una excepción."

Este papel del acaso llevó a Jung a formular el principio de la ‘sincronicidad’, como alternativa al de la causalidad. La sincronicidad otorga a la llamada coincidencia de dos acontecimientos, en el tiempo y/o en el espacio, un significado que los interrelaciona, independientemente de que estén o no vinculados por el fenómeno de causa y efecto (Jung, 1980, pág.505 e Jung, 1973)

Pero ¿cómo se dice 'casualidad' en chino? En chino antiguo, la palabra más cercana sería 偶 ôu, y, en el chino moderno, el concepto de acaso es traducido por 偶 然 ôu rán. 4

Debemos destacar el hecho de que la primera palabra signifique tanto 'emparejarse' como 'accidental', y que la segunda exprese una rotunda afirmativa. Juntando las dos palabras se puede decir que:

Acaso = "lo que está ciertamente emparejado; lo que está junto y listo; lo que está, sin duda, acoplado entre sí; lo que está junto de forma cierta; lo que está así unido".

Aquí perdemos toda referencia a 'destino', 'casualidad', 'imprevisto', 'suerte', 'fortuna' y reencontramos la 'sincronicidad' de Jung, ya anticipada por los chinos. Vemos que, para ellos, un acontecimiento aparentemente fortuito puede ser 'imprevisible con relación a las causas que lo determinan o injustificable con respecto a la significación asumida', como dice el Diccionario Portugués Aurelio en la palabra 'acaso', pero de ninguna manera él es caótico. La convicción china de la continuidad e interrelación existente entre todos los fenómenos los lleva a considerar que cuando dos de ellos aparecen simultáneamente de manera inesperada y aparentemente desligados, en realidad se trata de algo que debe ser tratado como: 'si es así porque está correcto; ¡y pronto!'. China parece hacer una elección cultural por la opción "b" citada más arriba: "no sé por qué aparecieron al mismo tiempo, pero si sucedió, no puede estar equivocado". 5

Citando nuevamente a Jung (in Wilhelm, 1986, pag.16) [Subrayados míos]:

"La mente china, como la veo trabajando en el I Ching, parece preocuparse exclusivamente por el aspecto casual de los acontecimientos. Lo que llamamos coincidencia parece ser el interés primordial de esta mente peculiar y lo que cultivamos como causalidad pasa casi desapercibida. [...] La cuestión que le interesa parece ser la configuración formada por eventos casuales en el momento de la observación [consulta] y de ninguna manera las hipotéticas razones que aparentemente justifican la coincidencia. Mientras la mente occidental examina cuidadosamente, pesa, selecciona, clasifica y aísla, la visión china del momento actual incluye todo hasta el más pequeño y más absurdo detalle, pues todo compone el momento observado."(

Por supuesto, ¿qué preocupación causal puede tener alguien que sabe, desde el fondo de su corazón, que todo, absolutamente todo, está interconectado y haciendo parte integral del momento presente? No poder describir la cadena causal de algún fenómeno o acontecimiento es una incomodidad, una contrariedad, una simple ignorancia momentánea, que podría hasta ser superada mediante cierto esfuerzo, que, en general y considerando la mutabilidad propia de los procesos, no se compensa, menos que deseemos reproducirla en el futuro. ¿Conociendo la cadena causal, que podríamos descubrir de nuevo? La secuencia causal pertenece al pasado, lo que realmente importa es el fenómeno o acontecimiento con el que tenemos que lidiar aquí y ahora, la decisión que tenemos que tomar ahora para dar continuidad a nuestro "estar-siendo", a nuestro "entre-sí” con nuestras circunstancias. Esto no significa invalidar la importancia de la historia, ya que sirve para revelarnos el dào detrás de los hechos ocurridos, permitiéndonos evaluar más eficientemente las alternativas que se nos presentan. Pero no necesitamos conocer TODA la secuencia causal de los procesos a nuestro alrededor para que podamos vivir satisfactoriamente.

Debemos destacar que, de acuerdo con lo que está implícito en la propia estructura del Yi Jing, los chinos consideraban que cada situación tenía una evolución más probable que otras. Esto no significa que creyeran en un destino ciego, como el definido por las Parcas griegas, o dependiendo totalmente de una voluntad divina, como la del Alá musulmán. Ellos consideraban que, frente a circunstancias específicas, el hombre tenía el libre albedrío para elegir entre actuar bien o equivocado trayendo, como consecuencia natural, un beneficio o un perjuicio, respectivamente. Lo que les resultaba evidente era que ciertas situaciones favorecían actuar correctamente mientras que en otras era más fácil actuar de forma equivocada. El sabio debía ser capaz de percibir esas alternativas, reduciendo al mínimo sus errores, aunque, para ello, debiese elegir el camino más arduo. Por lo tanto, debemos entender la función oracular del Yi Jing como una recomendación y no como una prescripción, como algo que lleve al consultante a preguntarse: "¿las consecuencias de este acto mío serán convenientes o prejudiciales para mí y los míos?" y que lo estimule a considerar todos los matices de la situación a fin de elegir adecuadamente su conducta posterior. Debemos destacar que un sabio, siendo sabio, no queda sometido pasivamente al acaso. Él sabe que debe prepararse, fortalecerse y mantenerse vigilante hasta que se presente una situación favorable para, entonces, actuar con determinación.

Así, el Yi Jing utiliza un método aleatorio para su función oracular porque se considera que, tras formular una consulta, la respuesta obtenida del libro TIENE que ser significativa porque existe una relación de 'sincronicidad' entre ellas, es decir, la pregunta y la respuesta comparten un mismo significado. ¿Por qué? No sabemos, pero, como la respuesta siguió a la pregunta (recordando que todo es continuo y está interconectado), debemos prestarle atención para extraer alguna enseñanza de ella.

Curiosamente, ninguno de los principales comentaristas de la larga tradición china sintió la necesidad de explicar el porqué de un hexagrama obtenido por la manipulación aleatoria de varillas o monedas puede reflejar la calidad del momento. No es de hablar aquí de un artículo de fe o de la intervención consciente de una divinidad 'personalizada', ya que la cultura china era muy pragmática para descansar en algo así. El axioma implícito, universalmente aceptado y totalmente indiscutible, era que cualquier cosa que ocurriera en un determinado momento era indicativa de la forma y características de ese mismo momento ya que todo lo que sucede está interrelacionado y, de alguna forma, comparte el mismo carácter básico. Pensar diferentemente era algo que los comentaristas ni siquiera creían posible.

Pero ¿cómo debemos considerar esta respuesta obtenida? En otras palabras, ¿cómo debemos leer los textos del Yi Jing?

Pero ¿cómo debemos considerar esta respuesta obtenida? En otras palabras, ¿cómo debemos leer los textos del Yi Jing?

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NOTAS

  1. Este trabajo incluye fragmentos del libro del autor: “Yi Jing (I Ching) Una herramienta para el autoconocimiento”, que puede encontrarse en este sitio www.yijingorienta.com.br/ .
  2. Acaso: "Conjunto de pequeñas causas independientes entre sí, que se refieren a leyes ignoradas o mal conocidas, y que determinan un acontecimiento cualquiera; el resultado de este conjunto de causas; acontecimiento fortuito; hecho imprevisto; accidente; destino, fado, suerte, fortuna; Filos: carácter de acontecimiento imprevisible con relación a las causas que lo determinan (por ejemplo, la premiación de un billete), o injustificable con respecto a la significación asumida (por ejemplo, un retraso de segundos que provoca un desastre); casualmente, accidentalmente, fortuitamente; por si acaso; tal vez, quizá". // Aleatorio: "Dependiente de factores inciertos, sujetos al azar; casual, fortuito, accidental; dependiente de un acontecimiento incierto en cuanto a las ventajas o pérdidas; Fís: se dice del fenómeno físico que implica una variable de carácter estadístico, como, p. por ejemplo, la desintegración de un núcleo atómico, el movimiento browniano". // Causa: "Aquello o aquel que hace que una cosa exista; o aquél que determina un acontecimiento; razón, motivo, origen; Filos: término correlacionado a efecto y que se concibe de maneras diversas, que se comprenden a partir de dos enfoques fundamentales: a) relación entre un ser inteligente y el acto que él practicó voluntariamente y por el cual es responsable; b) vínculo que correlaciona los propios fenómenos y que hace que uno o varios de ellos aparezcan como condición de la existencia de otros". // Incierto: "No cierto; indeterminado, impreciso; dudoso, hipotético, problemático, contingente, aleatorio; ambiguo, equívoco, vago; poco nítido; indistinto, indeciso; poco firme; inseguro, vacilante; inconstante, variable, cambiante; indeciso, irresoluto, vacilante". // Caos: "Mezcla de cosas en total desequilibrio; desarraigado, confusión; mezcla de ideas y sentimientos; confusión mental".
  3. Esto no significa asumir una actitud pasiva ante la vida. Como dijo Lilian Tonet: "Las personas entran en nuestra vida por casualidad, pero no es por casualidad que ellas permanecen.” Obtenido de http://pensador.uol.com.br/autor/lilian_tonet/ en 08/03/2012.
  4. ôu 009-09: "Número par, pareja, par; hombre y esposa; Amigo (a); (Extendido); aparearse; una imagen, un ídolo; muñeca de madera; el mismo tipo; accidental, oportunidad, inesperado; ocasional, raro". // 然 rán 086-08: "De esta forma, de esa forma, es así; así; ni más ni menos; ser así, sí, ciertamente, realmente; formador de adjetivo o adverbio; todavía, de todos modos, a pesar, sin embargo, por el otro lado".
  5. Aunque algunos comentaristas chinos han elegido la opción 'c' al atribuir al Yi Jing una dimensión espiritual.